Cuando seas muy vieja
y yo me haya muerto,
descubrirás una tarde, las horas
especiales,
el aroma de los soles ponientes,
lo profundo oscuro del aire
anochecido en las calles sin retorno;
vagarás eternamente en busca del espejo
que devuelve instantes felices
-de azul el mar,
en nuestra carne sol y deseo-
Manuel Vázquez Montalbán
"A la sombra de las muchachas sin flor" 1973
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